Decía el físico alemán que el tiempo es relativo, pero de que pasa rápido, pasa muy rápido… Y eso es una constante en nuestras vidas.
Cada vuelta al Sol, es un año más de sabiduría, al menos eso quiero pensar, pero pocas veces nos ponemos a reflexionar, que hicimos durante ese momento, como podemos aprovechar más ese recurso llamado tiempo, el cual todos somos bendecidos cada día, activo virtual, no palpable, que no podemos acumular, pero si intercambiar, pero pocos sabemos como aprovecharlo
Y no olvidemos a su mayor enemigo la procrastinación, donde solo queremos hacer las cosas agradables en nuestro día a día
(Definición de procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo a afrontarlas y/o pereza a realizarlas. Wikipedia)
En esta era de la economía, actualmente intercambios nuestro tiempo por dinero, ya que hasta el momento, así nos lo han hecho creer, cumplir con un horario, una tarea en específico y recibir a cambio un sueldo.
Dedicar tiempo a un deporte y obtener a cambio una recompensa física, mental., Sin dejar a un lado la buena apariencia.
Tomarte el tiempo para leer un libro, y obtener a cambio, la enseñanza, la capacitación, los atajos, para una vida mejor.
El tiempo con la familia, con los hijos, definitivamente una buena inversión en algo invaluable, tal vez difícil de medir desde un punto de vista económico
Buscando trascender, dejar huella en los hijos, en la sociedad, en el trabajo, todo involucra tiempo, lo importante es decidir en qué inviertes tu tiempo.
Tic-Toc, Tic-Toc, el reloj nunca se detiene…
